La cuarta flor que debe ofrecerse a Dios, es “kshama”: la tolerancia o fortaleza. “Kshama” es: verdad, rectitud, conocimiento, sacrificio y alegría. ¡Sin “kshama” nadie puede ser feliz ni por un momento! “Kshama” desarrolla las cualidades divinas y revela la Divinidad en su interior. Deben realizar el “sadhana” (prácticas espirituales) para ganarla y establecerse en ella. Abriguen la idea de que Dios está igualmente presente en todos, a pesar de la burla del ignorante y de la sarcástica crítica de los ciegos, o aun de la alabanza de los admiradores. La quinta flor es “shanti”: la paz interior. “Shanti” no significa que a pesar de lo que los otros digan o de su maltrato, uno no deba reaccionar en absoluto. No significa que uno tiene que permanecer callado como una roca. Implica el dominio de los sentidos y las pasiones. La paz interior debe volverse nuestra propia naturaleza. “Shanti” tiene al desapego como cualidad básica. El mar, al que le gusta acumular y poseer, permanece abajo; la nube, a la que le gusta renunciar y dar, está en lo alto del cielo.
domingo, 15 de diciembre de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario